Después de años sin grandes avances en el sector de los asistentes virtuales (¡sí! Siri, estás estancada), su creador ha dejado a todo el público del evento Disrupt de TechCrunch con la boca abierta.
Microsoft puso gran foco en su conferencia de desarrolladores (BUILD 2016), y no será el único este año, cada vez son más los que piensan que este es el camino a seguir, la evolución de las aplicaciones y las páginas webs, y después de lo visto en la demo de VIV, no seré yo el que lo niegue.
VIV es una plataforma creada por el padre de Siri, antes de que fuera adquirida por Apple, y es mucho más que una Siri 2.0, no debido a su entendimiento, sino a su capacidad de actuación.
Los asistentes de voz actuales están muy orientados a dar respuestas a preguntas, a ofrecer información, pero no tienen una interacción con el mundo real (a excepción de algunos pinitos en el mundo de la demótica con HomeKit). Viv es todo interconexión, imagina que Siri estuviera conectada a cientos/miles de servicios online y que pudieras actuar sobre ellos sin abrir su propia aplicación. Necesito pedir determinado producto en Amazon, le indico a VIV, con lenguaje natural lo que necesito y rápidamente me realiza una búsqueda en la web del gigante de Seattle con la selección de productos y precios, pulso sobre uno y listo, ya está pedido y en día estará en casa. No necesito instalar la aplicación de Amazon, únicamente hago uso de este servicio que conglomerará al resto, VIV ya se encargará de conectarse a Amazon y traer la información, pero eso para mí como usuario me debe dar igual.
Vayamos a un caso más práctico. Quiero enviar un ramo de flores a mi madre por el día de la madre. Como no suelo realizar esta clase de peticiones no dispongo de ninguna app ni servicio conocido, por lo que acabaría buscando en Google el teléfono de alguna floristería para realizar el pedido, teniendo seguramente problemas para realizar el pago vía telemática. Utilizando un servicio como este, la aplicación podría enviarle todos los datos necesarios para realizar el pedido, ya que conoce la dirección de mi madre, y mi tarjeta de crédito, en un solo comando de voz o de texto.
Imaginemos a VIV conectada a la aplicación de mi banco, para pedir Taxis, reserva de hoteles, entradas de cine, y a las miles apps de servicio que hay en las tiendas de aplicaciones. Ya no necesito una cuenta para cada, no necesito si quiera descargármela, al igual que hacemos con la pasarela de pagos, la información se enviará a cada uno de los servicios en el momento que se precise, el resto del tiempo, estará en mi poder.
Para poder realizar el entendimiento de frases complejas, VIV es capaz de crear código de forma automática (aunque casi parece automágica) en menos de 10 milisegundos, crear fragmentos que sirvan para responder en tiempo récord a todas nuestras dudas, diseccionando cada pregunta en palabras, dándole contexto para hallar el servicio que mejor será capaz de responder y realizando la pregunta adecuada en lenguaje máquina que puedan entender los bots.
Para que la plataforma funcione correctamente necesita de una amplia red de servicios a su disposición, servicios de toda clase, y es que a día de hoy ¿qué servicio no se puede automatizar?
Los desarrolladores son clave en esta clase de plataformas, pero como siempre, el que llegue tendrá una importante ventaja. El asistente VIV servirá como plataforma que aunará todos los bots y servicios, y que actuará de forma homogénea, para que la experiencia sea común a todas, al final no debe ser muy diferente pedir o taxi que solicitar un vuelo a Cancún.
Los retos de la monetización
Siempre he pensado que “Google Now” era y es una forma de hacer perder dinero a Google, a día de hoy únicamente está sacando información nuestra para una explotación futura. En Google Now no vemos anuncios y hace que cada vez consultemos menos su buscador directamente. Lo que por un lado es una tremenda ventaja para el usuario, resulta ser una desventaja para la compañía del buscador, ahora su uso no le hace daño, pero sistemas como VIV podrían tener un gran impacto.
La web en los últimos años ha sido una completa revolución de la información, desde la encarta al modelo actual de Wikipedia, en este mercado Google se sentía cómoda, pero la llegada de los bots harán prevalecer el servicio sobre la información, y ahí Google aún no ha movido ficha.
Las empresas de servicios actuales tienen que adaptarse a los nuevos tiempos, imaginad la floristería de la esquina en un mundo en el que muchos los usuarios solicitan a través de su voz, y no están adaptados a ese modelo, perderán gran parte de su cliente, sobre todo cuando hablamos de pedir para fechas señaladas a domicilio. Después de la web, pasando por la app, el futuro serán los bots.
Para los bots de servicios, la recaudación está clara, ¿pero qué pasa con aquellos que siguen ofreciendo únicamente información? Se me plantea otra duda, si hay varios servicios que ofrecen un producto similar, ¿cómo se prioriza el uno sobre el otro? ¿Se abrirá un nuevo mercado de posicionamiento de bots?
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