A principios de la década de los 90 los negocios de mensajería estaban estancados, cada vez era menos necesario el correo postal, veían cómo las soluciones informáticas habían suplido con creces esa necesidad. ¿La tele-tienda iba a ser su sustento?
Menos mal que llegó la tienda online
El uso de la paquetería urgente comenzó a retomar relevancia, pero al llegar Amazon, el negocio cambió para siempre. La ingente cantidad de envíos diarios que generaba obligó a las empresas de mensajería a cambiar su modo de funcionamiento, una pequeña empresa de Seattle establecía las reglas y los procesos que las omnipresentes FedEX (o MRW) se quedaron directamente obsoletos, o se adaptaban a Amazon, o la perdían como cliente.
Ahora la cuenta de Amazon es sustento del negocio de la mensajería, y como era de esperar, desde su interior no paran de pensar en cómo mejorar estos procesos (Amazon y su cultura de la mejora continua). Su primera aproximación fueron los drones autónomos, cuadricópteros preparados para recoger y trasladar mercancía no muy voluminosa a unas cuantas millas a la redonda. Lamentablemente este modelo conlleva muchas cuestiones aún sin resolver sobre la recogida y la seguridad en el transporte.
¿Cómo hacerlo funcionar en ciudades? ¿Está seguro mi paquete en la calle?
Se ha presentado otra iniciativa que pretende abordar el problema desde un ángulo distinto. Google y su proyecto con los coches autónomos tiene algo que decir, la idea es “sencilla” y no podría ser más atractiva.
Camiones mensajeros y autónomos
Imaginemos un camión, al que le podemos quitar el espacio de la cabina (no tendrá que ser conducido por humanos), y lo transformamos en una consigna andante. Cada espacio dispondría de un panel que serviría de llave al propietario del paquete, tras incorporar alguna clave, ya sea utilizando un teclado o incluso el NFC del móvil, cualquier clase de señal que nos identifique. Tras recoger el paquete el camión se pondría de nuevo en marcha, a repartir el siguiente paquete.
Repartición de paquetes las 24 horas del día, sin necesidad de que humanos tenga interacción con el sistema. Es llevar la eficiencia a un nuevo nivel.
¿Es el fin de los repartidores?
Está claro que el modelo actual no escala. El número de paquetes que envían los eCommerce no para de aumentar día tras día, y cada vez queremos que los tiempos sean más bajos. Con el modelo actual, bajar el tiempo de entrega de un día a unas pocas horas supondría un aumento en el coste exponencial, pero no así en vehículos autónomos.
Si son capaces de entregarte en la puerta de tu casa una importante selección de todos los productos de Internet, ¿seguirías visitando las tiendas tradicionales?
Tenemos excepciones que por ahora están “a salvo”. Puede que las tiendas de moda tengan un plus adicional, nos gusta probarnos la ropa antes de comprarla, ver cómo nos queda, y sistemas como Kinect aún están lejos de darnos esa idea. ¿Pero qué pasa con una cadena de alimentación? Reparto a domicilio de todo lo que quieres sin necesidad de deambular por los pasillos tras el último cambio en la tienda.
¿Qué pasa con las tiendas especializadas? (Tiendas de fontanería, electricidad) quizás tengan la ventaja del conocimiento, esa recomendación sobre temas que desconocemos tiene un valor muy importante, ¿seremos capaces de trasladar ese conocimiento a un asistente virtual? No con la Inteligencia artificial actual, recuerda que como decía Jobs, la gente no sabe lo que quiere (o necesita) hasta que se lo muestras.
El modelo tradicional deja de tener sentido
Imaginemos que Amazon se hace con una flota de estos vehículos autónomos (aunque sea una iniciativa de Google), añadiendo miles de drones para llegar a zonas rurales. Imaginemos que Amazon aprovechara su conocimiento en el sector de la mensajería para convertirse (casi directamente) en la mayor compañía de mensajería del mundo, y que fuera capaz de alquilar ese conocimiento y sus infraestructuras a cualquier PyME.
Vayamos un paso más allá, también podría incluso facilitar los procesos, alquilando tanto la estructura interna de paquetería, como la cara visible, el Commerce, el más potente y utilizando del mundo. El empresario solo tendría que preocuparse de realizar su producto en condiciones, y tenerlo en tiempo para que el auto-mensajero de Amazon pasará a recogerlo. Tras los primeros meses de uso se podría llegar a predecir una demanda de cada producto, para que el empresario esté preparado cuando la demanda ascienda o descienda (ahorro de costes).
La nueva Amazon
Pasar de ser una tienda digital a crear mercado con su nube pública. Pasar de ser una página web a ser la base de millones de empresas, y pieza fundamental en la innovación de Silicon Valley. Amazon puede llegar a ser el hormigón armado de los negocios, una estructura robusta, pero que por otro lado te permite crecer modularmente según las necesidades de cada negocio.
Si quieres podrías incluso crear competencia a Amazon con sus propias infraestructuras, excepto porque incluso así ellos saldrían ganando. Si tu empresa crece, ellos crecerán contigo.
Pivotar, esa palabra que tanto gusta en los semilleros de Silicon Valley, evolucionar antes de estancarse y no convertirse en el nuevo eBay.
Para cerrar, únicamente quería recordaros que en Amazon nunca han tenido un lema del tipo “don’t be evil”, cada uno que piense lo que quiera.
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