Puede que muchos recordéis esta casa, estamos ante la vivienda que sirvió de inspiración a Pixar para crear la emotiva película ‘Up’, que además tiene por detrás una historia similar.
La casa era propiedad de Edith Macefield, una mujer que a sus 84 años recibió una oferta de un millón de dólares por vender su vivienda, para la construcción de un centro comercial que se había proyectado sobre su parcela. La mujer, a su avanzada edad decidió que no quería irse a vivir a otro sitio. Durante décadas, la anciana había visto como la ciudad cambiaba a su alrededor, pasando de viejas viviendas a comunitarios llenos de acero, de pequeños comercios a centros comerciales y lujosas boutiques, todo un cambio en sus vistas.
La negativa obligó al dueño de este centro comercial, en Seattle, a modificar los planos de obra para no afectar a la parcela de Macefield.
La anciana había sido una agente encubierta en la Segunda Guerra Mundial, y había cuidado de los niños huérfanos en la vieja Inglaterra. Un pasado emocionante que se había convertido en un efímero recuerdo en su memoria.
Tras su muerte, dos años más tarde, Edith nos dejó una última sorpresa, ya que dejó en herencia la casa a Barry Martin, el supervisor de la obra de construcción del centro comercial. Barry se había convertido en un gran amigo para Edith, que incluso la acompañó al hospital cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas.
Martin vendió poco después la casa a una inmobiliaria por poco más de 300.000 dólares, se había devaluado enormemente ya que el espacio que había quedado tras la construcción de la obra era escaso para nuevos edificios.
Una historia curiosa historia que hay detrás de una de las películas más sentimentales de Pixar.
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