1. Llevar nuestra cámara encima
Me considero bastante joven aun, aún me queda para llegar a la treintena, pero aun así soy de esas que salió de fiesta con su cámara encima, en mis primeros años con analógica y todo. Vale que lo de llevar la cámara encima sigue estando presente pero al menos de una forma menos generalizada y mucho más restringida a ocasiones especiales. Hoy en día, con esto de los smartphones, ¿quién necesita una cámara?
2. Grabar CD´s
NERO es posiblemente una de las palabras más utilizadas dentro del mundo de la informática en los primeros años del siglo XXI, una palabra que estaba relacionada con grabar nuestros discos, bien recopilando algunas de nuestras fotos, haciendo popurrís imposibles de música (incluso antes del MP3, cuando el tamaño del disco dependía de la duración de las canciones) o hacer un poco el “piratilla” grabando el juego o la peli que un amigo nos había prestado. Qué tiempos aquellos de la maravillosa velocidad a 2x.
3. Mandar SMS´s
Hoy en día lo más parecido que tenemos al SMS es Whatsapp, pero a pesar de las numerosas ventajas de poder mandar mensajes gratis e ilimitados, el SMS tenía su encanto. Al menos esos días en los que no te apetecía hablar demasiado con tus amigos o con tu novia; bastaba con no contestar y poner alguna excusa bastante creíble como “No tenía saldo” o “tenía el móvil apagado”. Y es que, aunque no lo creáis, antes no íbamos con el móvil a todos lados, aunque también es cierto que tampoco podíamos jugar a ‘Candy Crush’ mientras estábamos en el baño.
4. Comprar enciclopedias
Estabas comiendo y de repente un señor trajeado llamaba a tu puerta, era del círculo de lectores y quería venderte una nueva y maravillosa enciclopedia del arte y la historia del siglo XV. ¿Quién podía rechazar semejante dosis de información? Nuestros padres accedían a la compra bajo la excusa de que quizás algún día, sus hijos, necesitaran tanta cantidad de información en alguna asignatura. Luego llegó “El rincón del vago” y todo se hizo mucho menos interesante. Pero eso sí, las casas empezaron a ser mucho más minimalistas con eso de tener el salón lleno de enciclopedias.
5. Tener álbumes de fotos
Quedabas con la familia en casa de alguno de tus tíos, cenabais algo, bebíais y cuando tu padre ya estaba algo “contento” era momento de contar las pintas que llevaban tus padres en su juventud. Por suerte (o por desgracia la décima vez que sucede) la fotografía es un invento con unos cuantos años encima y tu abuela guardaba cada foto como si fueran de oro en unos álbumes que protegían aquellas instantáneas como tesoros.
6. Tener pantalones enormes para llevar nuestro Disc-man
No existían los MP3 e incluso en sus inicios el Disc.man era más “cool”. Un gran invento que tuvo algunos años de éxito entre las grandes marcas como Sony pero que no resultaba tan cómodo si lo comparamos con los 16GB de un minúsculo Ipod Shuffle. Quizás por eso me gustaban tantos lo pantalones anchos; Necesitaba espacio para semejante cacharro y su funda de discos correspondiente.
7. Hablar durante horas por teléfono.
Hoy en día, la mayoría, hace exactamente lo mismo pero por escrito y es que una conversación en Whastapp se sabe cuándo empieza pero nunca cuando termina. Incluso podemos desvariar un poco en esos grupos de trabajo o de viejos compañeros del colegio. Pero cuando el teléfono realmente servía para lo que se había inventado; Hablar, podíamos pasar horas y horas contando a nuestro mejor amigo lo mucho que nos había gustado tal juego.
8. Conectarse a Internet
Y no me refiero a abrir tu explorador de confianza, me refiero a esos ratos que hoy recordamos con romanticismo cuando el router intentaba conectar. Ese pitido que era melodía para nuestros oídos, la música que escuchábamos justo antes de entrar en “Matrix”.
9. Buscar en las páginas amarillas
En cualquier casa no podían faltar, ese enorme libro amarillo donde recurrir en caso de cualquier emergencia, lugar donde conocer empresas que repararán nuestro televisor o simple enciclopedia de curiosidad telefónica. Hoy en día “San Google” hace ese trabajo mucho más rápido, pero ¿qué haremos cuando se caiga Internet?
10. Soplar en los cartuchos
Los CD´s se pueden rayar, los discos duros se pueden romper, pero un cartucho era indestructible. Vale que no pudieran almacenar tanta memoria pero si en algún momento fallaban bastaba con soplar un poco dentro del mismo. ¡Mano de santo oiga!
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